18 de octubre de 2013

CRÍTICA: The Hunger (Tony Scott, 1983)

Miriam Blaylock colecciona no sólo arte del Renacimiento y colgantes del Antiguo Egipto sino, sobre todo, amantes y almas. Moderna y elegante, Miriam es una vampiresa intemporal residente en Manhattan, una mujer bendecida con la belleza y maldecida con su sed de sangre.









Título original: The Hunger
Año: 1983
Duración: 94 min.
Director: Tony Scott











Tony Scott, fue el director de muchas películas conocidas, es el hermano de Ridley Scott y por circunstancias que tanto yo como la prensa desconocen se suicidó en el 2012 tirándose del puente Vincent Thomas Bridge. Puede que esto sobrará o no el caso es que quería introducirlo como dato.

Si ahora mismo me preguntaran ¿Qué te pareció The Hunger?
Diría: “Me gustó”

La película para mí es simple, en el sentido de que quiere contarte algo, te lo cuenta, resuelve el final y ya está.  Dividida en dos actos el primero como una trama “secundaria” pero que forma parte de la historia y se une con la trama principal.

El principio es bastante oscuro y con toques góticos (Siempre se ha asociado esto con los vampiros de alguna manera) pero luego la película coge un tono más equilibrado, menos oscuro pero tampoco tan “brillante” algo medio.

Me enamoré del vestuario de Miriam Blaylock (Catherine Deneuve)
Cierto es, que las fuerzas antagonistas y los conflictos en la historia de la protagonista son nulos o muy poco remarcables, es una historia lineal que avanza sin aparente fin hasta que la cosa se tuerce (clímax y final) pero no deja tras de sí profundas emociones.
He leído críticas por ahí como “Delirante”, hay imágenes un poco paranoicas pero en realidad no tanto, la verdad como ya dije antes yo siento que me han contado la historia de una vampiresa con sed de sangre y como lidia con todo.
Hay alguna que otra referencia simbológica de cosas de los primeros minutos enlazadas luego más adelante también me gustó el uso de la cruz egipcia (La vida eterna), me resultó bastante interesante.

La escena lésbica entre Susan Sarandon y Catherine Deneuve es digna de mención, aparte de por la acción en sí, como está grabada, los planos y la intención que transmite reflejo de la sed de sangre es imposible no pensar en sentimientos como pasión, sensualidad o en el mismo sexo y es que en el mito del vampiro se construye un doble del hombre y la mujer sin las ataduras morales de la sociedad, un ser totalmente libre, vuelto sobre su libido (Sí, me estuve leyendo cosas sobre vampiros toda la noche)


Sobre el reparto, la película roza apenas la psicología de los personajes, todo el peso cae sobre Catherine Deneuve y Susan Sarandon aunque fue interesante también ver la participación de David Bowie, dónde adquiere mayor “protagonismo” en el primer acto.


En resumen, una película bastante lineal, bastante plana, desprovista de cambios o incidentes en la vida de Miriam Blaylock (Un reflejo de la inmortalidad) pero que se deja ver sin llegar a cansar demasiado salvo por los minutos finales que pedían un fundido a negro en cuanto antes.

Nota: 7.0

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